El ejercicio físico ha demostrado que mejora síntomas motores y no motores en los pacientes con enfermedad de Parkinson y secundariamente la calidad de vida. El ejercicio produce bienestar y eso se traduce en el estado de ánimo del paciente. Un estudio de revisión y meta-análisis publicado en
Parkinson´s Disease analiza el efecto del ejercicio sobre la calidad de vida, pretendiendo conocer qué ejercicios son los más beneficiosos.
Se realizaron búsquedas en bases de datos, como PubMed, Embase y Cochrane Central Register of Controlled Trials, hasta el 14 de agosto de 2018 para identificar ensayos controlados aleatorios que comparen el efecto del ejercicio frente a ninguna intervención en la calidad de vida en pacientes con enfermedad de Parkinson. Es decir, en todos los ensayos había un grupo control y además en todos se analizaba el cambio en la calidad de vida con alguna escala específica: PDQ-39, PDQL, EQ-5D, SF-12, WHOQOL.

De un total de 1.217 estudios inicialmente detectados,
20 estudios con 1.143 participantes en total fueron finalmente seleccionados para el análisis tras una evaluación estricta.
El análisis mostró una mejora significativa en la calidad de vida después de la intervención con ejercicio en pacientes los pacientes con enfermedad de Parkinson frente al grupo control. Los aspectos de la calidad de vida que mejoraron fueron la movilidad, la autonomía para las actividades de la vida diaria, el apoyo social, el sentimiento de estigmatización, y el bienestar emocional, siendo la mejoría en los tres primeros dominios significativa.