Biomarcadores óseos como potenciales marcadores de progresión de la enfermedad de Parkinson.

• Hay relación entre Parkinson y osteoporosis de tal forma que marcadores óseos podrían estar involucradas en la progresión de la enfermedad.

• Se publican los resultados de un estudio realizado en China a 250 pacientes con enfermedad de Parkinson y 250 controles.

• Analizaron el valor de diferentes factores derivados del hueso en plasma y líquido cefalorraquídeo y los correlacionaron con variables de progresión y un marcador de inflamación (PCR).

• Observaron que los niveles plasmáticos de osteocalcina y osteopontina se encontraban tanto en plasma como en líquido cefalorraquídeo más elevados en los pacientes con respecto a los controles.

• Además encontraron una correlación de tal forma que a mayor estadio motor y afectación motora (puntuación más alta de la UPDRS-III), valores más altos de osteocalcina y osteopontina.

• La osteocalcina y osteopontina podrían servir como biomarcadores potenciales de progresión de la enfermedad de Parkinson.

La enfermedad de Parkinson y la osteoporosis son enfermedades que aparecen con más frecuencia en personas de edad más avanzada, en relación al menos en parte, con el envejecimiento, y se ha observado que podría existir una relación entre enfermedad de Parkinson y osteoporosis. Entre el 7 y 23% según los estudios de los pacientes con enfermedad de Parkinson padecen osteoporosis como consecuencia de inmovilidad, deficiencia de vitamina D, hiperhomocisteinemia, desnutrición y debilidad muscular. En esta línea, se ha investigado y sugerido que las proteínas secretoras óseas pueden estar involucradas en la progresión de la enfermedad de Parkinson.
 
 Se publica en la revista Frontiers in Aging Neuroscience un trabajo sencillo pero de cierto interés cuyo objetivo fue comprender cómo los cuidadores de personas con enfermedad de Parkinson y psicosis experimentan su papel y articulan sus necesidades relacionadas con esta sintomatología. Se incluyeron 250 pacientes con enfermedad de Parkinson y 250 controles. Se trata de un estudio transversal, es decir, en una única visita, se midieron los niveles de diferentes factores derivados del hueso (osteocalcina, osteopontina, osteoprotegerina, esclerostina, proteína morfogenética ósea 2 y Dickkopf-1) en plasma y líquido cefalorraquídeo mediante matrices de anticuerpos proteicas personalizadas. En concreto, se analizaron muestras en plasma de 200 pacientes y 200 controles, y en líquido cefalorraquídeo de 50 pacientes y 50 controles. Observaron que los niveles plasmáticos de osteocalcina y osteopontina se encontraban tanto en plasma como en líquido cefalorraquídeo más elevados en los pacientes con respecto a los controles.

Además, los niveles de ambas moléculas se correlacionaron con los niveles de proteína C reactiva, el estadio de enfermedad de Hoehn&Yahr y el grado deterioro motor de la enfermedad de Parkinson, que midieron con la escala UPDRS-III. Es decir, a mayor estadio motor y afectación motora (puntuación más alta de la UPDRS-III), valores más altos de osteocalcina y osteopontina. Las correlaciones fueron ambas significativas pero más evidentes con osteocalcina. La relación con la proteína C reactiva sugiere el posible papel de la inflamación en el proceso de progresión de la enfermedad también.

Como conclusión, la osteocalcina y osteopontina podrían servir como biomarcadores potenciales de progresión de la enfermedad de Parkinson. La respuesta inflamatoria puede estar involucrada en la interrelación entre los dos factores y la enfermedad de Parkinson. Sería interesante un estudio longitudinal para analizar la progresión de la enfermedad y ver si estos biomarcadores podrían ser no sólo un marcador de estado sino permitir predecir la progresión de la enfermedad. Igualmente, correlacionar con síntomas no motores.

 

Marzo de 2021
DR. DIEGO SANTOS GARCÍA
COMPLEJO HOSPITALARIO UNIVERSITARIO DE A CORUÑA (CHUAC), A CORUÑA