El uso de la telemedicina para monitorizar el ejercicio físico en pacientes con enfermedad de Parkinson. | Fundación Degén
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El uso de la telemedicina para monitorizar el ejercicio físico en pacientes con enfermedad de Parkinson.

 

• La telemedicina se puede aplicar para monitorizar la rehabilitación o ejercicio físico en los pacientes con enfermedad de Parkinson.

• Se publica un ensayo clínico en el que 20 pacientes recibe terapia con ejercicio físico en centro frente a ejercicio en casa monitorizada con telemedicina.

• Ambos grupo mejoraron en aspectos de la marcha, siendo beneficioso el ejercicio.

• Sin embargo, en el grupo tratado en casa el fisioterapeuta invirtió mucho menos tiempo, 10 minutos por paciente frente a 98 minutos en los que acudían al centro.

• La adherencia fue buena, siendo del 84% en los que realizaron terapia en casa.

• Los participantes opinaron que el ejercicio fue útil, que podían seguir el programa en casa y recomendarían hacer ejercicio en casa o en grupo.

• En estos tiempo, realizar terapias en casa suponen un alternativa útil y eficaz que puede facilitar su adherencia al paciente y reducir necesidad de recursos.

En los tiempos actuales ha surgido la telemedicina como una herramienta con muchas posibilidades, como facilitar la formación, la asistencia a nivel médico, o por ejemplo el implementar terapias como es el caso de la tele-rehabilitación. La pregunta que surge es si una rutina de ejercicios llevada a cabo por el paciente puede ser tan segura y beneficiosa como la terapia convencional llevada a cabo por el especialista en presencia del mismo.

Se publica en la revista Clinical Rehabilitation un ensayo clínico que investiga la viabilidad y aceptabilidad de un programa de ejercicios en el hogar monitorizado mediante el uso de telemedicina para personas con enfermedad de Parkinson.
 
Se trata de un ensayo clínico piloto randomizado llevado a cabo en Australia. Pacientes con enfermedad de Parkinson fueron seleccionados a recibir un primer bloque (Bloque 1) de terapia durante 5 semanas (semanas 1 a 5). En este primer bloque realizaban ejercicio en casa (1 horas semanal) + ejercicio en centro de fisioterapia (2 horas a la semana) + 1 sesión de 15 minutos auto-dirigida por el propio paciente. Después de esas 5 semanas los pacientes pasaban al Bloque 2, el cual se seleccionaban a recibir durante otras 5 semanas (semanas 6 a 10) o bien terapia de ejercicio en el centro o bien terapia supervisada en casa con telemedicina. El ejercicio en casa incluyó 3 horas a la semana y llamada para control en la semana 7 y 9.
Los ejercicios se centraron en el equilibrio y la marcha. Los objetivos principales fueron la viabilidad y aceptabilidad de la intervención. Los resultados secundarios fueron el equilibrio, la velocidad de la marcha y la congelación de la marcha.

De un total de 116 pacientes iniciales, 41 completaron el primer bloque. Un paciente abandonó por lesión/daño tras realizar el bloque 1 de ejercicios y después 20 pacientes fueron asignados a terapia en centro y otros 20 en casa. La edad media era de 72 años y la duración media de enfermedad de unos 5 años. El 60% había tenido alguna caída en el año previo y hasta el 38% tenía bloqueos de la marcha. La dosis de medicación era en torno a medio gramo equivalente de levodopa al día.

La adherencia a la terapia fue alta tanto en el Bloque 1 (93%) como el Bloque 2, siendo en el grupo en el centro del 93% y en el grupo en el hogar del 84%. En el Bloque 2, el fisioterapeuta pasó 6.4 horas utilizando la telemedicina al grupo domiciliario (media de 10 minutos por participante) frente a 32 horas impartiendo las clases de ejercicios en el centro (98 minutos por participante)Los participantes opinaron que el ejercicio fue útil, que podían seguir el programa en casa y recomendarían hacer ejercicio en casa o en grupo. Además, en conjunto, los pacientes mejoraron con el ejercicio en diferentes parámetros que evaluaron con distintos tests, como caminar 10 metros sin y con tareas cognitivas o no cognitivas simultáneas, así como que tampoco desarrollaron bloqueos de la marcha ni otras complicaciones. Por el contrario, entre ambos grupos, los que se ejercitaron en casa como los que lo hicieron acudiendo al centro de fisioterapia, no hubo diferencias en ninguna de estas medidas de resultado secundarias, como el incremento de la velocidad al caminar.

En conclusión, el ejercicio en casa para personas con enfermedad de Parkinson que se prescribe por un fisioterapeuta y supervisado mediante telemedicina es factible y aceptable. De hecho, el fisioterapeuta invierte menos tiempo y esto podría permitir facilitar su implementación, siendo muy importante que el beneficio a corto plazo es similar al que se obtiene haciendo fisioterapia presencial convencional. En los tiempos que corren, de gran interés, y más cuando los recursos son limitados o es difícil poder desplazarse.
 
Diciembre de 2020
DIEGO SANTOS GARCÍA
NEUROLOGÍA, CHUAC (COMPLEJO HOSPITALARIO UNIVERSITARIO DE A CORUÑA), A CORUÑA