Solidaridad y resiliencia: el impacto de la DANA en pacientes con Parkinson
04/02/2025

La DANA que golpeó Valencia no solo trajo inundaciones y destrucción, sino también una profunda incertidumbre y angustia para quienes padecen enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson. Más allá de los daños físicos, el verdadero desafío para estos pacientes fue el impacto emocional y la interrupción de sus terapias, esenciales para su bienestar.
Las historias de los afectados reflejan un sentimiento común: la impotencia ante una situación que escapa de su control. Muchos vieron cómo sus rutinas, cuidadosamente estructuradas para mantener la estabilidad de su enfermedad, se desmoronaban en cuestión de horas. La ansiedad y el estrés provocados por la catástrofe no solo aumentaron su sintomatología, sino que también pusieron a prueba su fortaleza emocional.
Sin embargo, en medio de la adversidad, surgió un poderoso ejemplo de solidaridad. Pacientes, cuidadores, asociaciones y vecinos se unieron para sostenerse mutuamente. La Asociación Parkinson Valencia jugó un papel clave, ofreciendo apoyo emocional y tratando de mantener el contacto con los afectados para evitar que el aislamiento empeorara su estado. En las entrevistas, algunos pacientes relataron cómo se llamaban entre ellos, se daban ánimos y compartían estrategias para sobrellevar los días más duros sin terapia.
Carlos, un paciente de 67 años, contó cómo la inundación le dejó sin acceso a su medicación durante más de 24 horas. Fue su vecino, también afectado por el Parkinson, quien le ayudó a conseguir sus pastillas, compartiendo parte de su propio tratamiento hasta que pudieron reabastecerse. “Si no hubiera sido por él, no sé qué habría pasado. Estábamos los dos igual de mal, pero en lugar de lamentarnos, nos ayudamos como pudimos”, relató emocionado.
Por otro lado, María, de 72 años, explicó cómo su grupo de terapia intentó mantenerse activo a pesar de las dificultades. “No podíamos ir al centro, así que nos llamábamos por videollamada y hacíamos los ejercicios de movilidad juntos. No es lo mismo que la terapia presencial, pero al menos nos sentíamos acompañados”. Su testimonio refleja la importancia del apoyo mutuo en tiempos de crisis y cómo pequeñas acciones pueden marcar la diferencia en la calidad de vida de los pacientes.
Las asociaciones de pacientes en tiempos de crisis no solo brindan un espacio de apoyo, sino que fortalecen lazos que se convierten en salvavidas emocionales en situaciones extremas. A pesar del miedo y la incertidumbre, la empatía y la ayuda mutua demostraron que la resiliencia no solo es individual, sino colectiva.
Lo que queda de esta experiencia no es solo el impacto devastador de la DANA, sino también la certeza de que, incluso en los momentos más oscuros, la solidaridad puede marcar la diferencia entre la desesperanza y la esperanza.