Yo admito que ser madre es un trabajo duro y mas cuando se padece una enfermedad de por vida. En mi caso mi hija era un trastito que no paraba y resultaba agotadora , sobre todo cuando no se tienen fuerzas ni ganas de nada pero escuchar un mami al lado tuyo es la mejor de las recompensas,, te sientes llena de amor . Para mi todas las enfermas de parkinson que son mamas se merecen una estatua o una rotonda pero la mayor recompensa es verlos crecer , aprender y esos besos que saben a gloria.
Muchas felicidades a las mamas por su fuerza y amor incondicional .
Muchas felicidades a las mamas por su fuerza y amor incondicional .
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