Desarrollo de complicaciones en la enfermedad de Parkinson: la edad de debut y el tiempo de evolución son factores clave.

 

• El desarrollo de complicaciones como fluctuaciones motoras, discinesias, caídas y bloqueos de la marcha, alucinaciones, trastorno de control de impulsos y demencia están muy ligadas al tiempo de evolución y la edad en el momento de debut de la enfermedad.

• Un debut de enfermedad a una edad más temprana supone un incremento del riesgo del desarrollo de fluctuaciones motoras, discinesias y trastorno de control de impulsos.

• Por el contrario, el debut a una edad mayor supone un incremento del riesgo de caídas y bloqueos de la marcha, alucinaciones y demencia.

• La edad es un factor clave que por si solo supone un incremento del riesgo de desarrollar determinadas complicaciones. Esto debe ser tenido en cuenta en el manejo de la enfermedad y planificación de las distintas terapias.

• Por ejemplo, un debut del Parkinson con 80 años triplica el riesgo de desarrollar bloqueos de la marcha mientras que un debut en torno a los 40 años lo hace para el desarrollo de trastorno de control de impulsos.

Una de las singularidades de la enfermedad de Parkinson es la gran cantidad de síntomas que los pacientes pueden desarrollar a lo largo de su evolución, tanto motores, como no motores. Algunos son especialmente relevantes e incapacitantes como las fluctuaciones motoras, discinesias, la demencia, o los bloqueos de la marcha. Estudios clínico-patológicos ya han demostrado que la evolución de la enfermedad es más lenta cuando la edad de debut es menor, aunque por el contrario, el paciente tiene que convivir más tiempo con sus síntomas. También se sabe por estudios clínico-patológicos que algunos síntomas como la demencia están muy vinculados a la edad independientemente del tiempo de evolución. Esto explicaría por qué un paciente que debuta con más de 80 años puede demenciarse en pocos años y en cambio un paciente que debuta con 50 años puede estar bien desde el punto de vista cognitivo después de más de 20 años de evolución. Sin embargo, falta información sobre cómo es el comportamiento global de algunos síntomas en relación con la edad y tiempo de evolución. Este mes se publica en la revista Neurology un estudio que aporta datos relevantes sobre esto.
 
 
 
El tiempo de seguimiento de la cohorte fue de unos 12 años. En relación con el tiempo de evolución de enfermedad, observaron que el desarrollo de fluctuaciones motoras, discinesias y trastorno de control de impulsos fue mayor para los más jóvenes en el momento del diagnóstico (<50 años), presentando más del 80% de los pacientes después de 12 años de evolución fluctuaciones motoras y discinesias. En el caso del trastorno de control de impulsos y después de 12 años de evolución, en torno al 40% de pacientes desarrolló esta complicación cuando el debut de enfermedad fue con una edad por debajo de 60 años y en cambio en torno al 20% en aquellos con 60 años o más, siendo incluso todavía menor en los pacientes de edad más avanzada al debut. Por el contrario, el resto de complicaciones fue mayor en general a mayor edad al debut, siendo en todos los casos más frecuente en aquellos con más de 70 años de edad al diagnóstico. La frecuencia fue después de 12 años de entre más del 60% y 80% en el caso de inestabilidad y caídas, entre el 20% y el 60% en los bloqueos de la marcha y en torno al 40% en el caso de las alucinaciones visuales. En el caso de la demencia, después de 12 años la presentaron más del 30% de los que debutaron con una edad de 70 años o más y en cambio menos del 5% de los que lo hicieron con menos de 50 años.
 
Las conclusiones que se sacan de este estudio es que debe ser tenido en cuenta la edad en el momento del diagnóstico para tener en mente el riesgo aumentado de desarrollar en la década posterior al debut ciertas complicaciones. Así e independientemente de otros factores, la edad por si sola influye y aumenta el riesgo. Por ejemplo, pacientes con debut de la enfermedad de Parkinson por debajo de 50 años, de por si tendrían el doble de riesgo de desarrollar complicaciones motoras o casi el triple de desarrollar trastorno de control de impulsos. Por el contrario, los pacientes en torno a 80 años de edad en el momento del debut de enfermedad tendrían más del triple de riesgo de desarrollar caídas y bloqueos de la marcha. A mayor edad y mayor tiempo de evolución, más riesgo. Por ejemplo, no hay incremento del riesgo de bloqueos y caídas cuando el debut es con 40 años y el tiempo de evolución es de 2 años, pero hay un incremento en 6 veces cuando el debut es con más de 80 años y el tiempo de evolución en torno a 10 años.

Enero 2019
DIEGO SANTOS GARCÍA
NEUROLOGÍA, CHUAC (COMPLEJO HOSPITALARIO UNIVERSITARIO DE A CORUÑA), A CORUÑA