Ejercicio acuático multicomponente en pacientes con enfermedad de Parkinson

 

• El ejercicio acuático multicomponente es una terapia segura y efectiva para ganar o mantener diferentes capacidades en personas con enfermedad de Parkinson (EP), y una posibilidad de terapia integradora y complementaria para este colectivo.

• Un estudio observa que el programa de ejercicio acuático multicomponente propuesto fue capaz de mejorar significativamente la función de los músculos de la rodilla, la función motora y el dominio de ejercicio terapéutico especializado del AFAS en personas con EP.

• El presente estudio llena un vacío en cuanto al uso de programas de ejercicio acuático en personas con EP y a los instrumentos de evaluación entre las investigaciones que han realizado intervenciones en el medio acuático.

• Un entrenamiento de resistencia en un programa multicomponente en ambiente acuático es seguro y efectivo para ganar o mantener diferentes capacidades en personas con EP, y una posibilidad de terapia integradora y complementaria para estos individuos.

Se publica un trabajo en Journal of Bodywork and Movement Therapies donde se analizaron los efectos de un programa de ejercicio acuático multicomponente sobre los aspectos motores, la movilidad funcional, la función muscular y las habilidades motoras acuáticas de personas con enfermedad de Parkinson (EP) .

Promover actividades funcionales y ejercicios planificados que mantengan los músculos activos y preserven la movilidad hace que la fisioterapia sea fundamental en el tratamiento de la EP, reduciendo las disfunciones físico-motoras y reduciendo el riesgo de caídas. Además, existe evidencia de que los programas de ejercicio multicomponente en el suelo ofrecen mejores resultados, independientemente del volumen y la intensidad. Una revisión con metaanálisis analizó los efectos de los ejercicios terrestres y acuáticos observando efectos similares sobre la gravedad en los síntomas de la enfermedad, las discapacidades y la movilidad funcional entre los dos entornos.

A pesar de estas similitudes, el ejercicio acuático proporciona beneficios complementarios mayores que los terrestres para el control del equilibrio según lo evaluado por la Escala de Equilibrio de Berg y en la escala de efectividad de las caídas. Por tanto, son numerosos los beneficios de las intervenciones acuáticas en personas con EP que tienen déficits motores más relevantes y mayor riesgo de caídas, como en los estadios más avanzados de la escala de Hoehn y Yahr (H&Y).

18 personas con un diagnóstico de EP (H&Y I-IV) fueron reclutadas a través de una muestra de conveniencia en una Asociación de Personas con Parkisonismo de Paraná (Brasil) y evaluadas antes y después de un programa de ejercicio acuático multicomponente de 12 semanas, llevado a cabo dos veces por semana con sesiones de 50 minutos de duración.

Cada sesión se dividió en 4 fases y los ejercicios acuáticos propuestos se enfocaron en ejercicios de movilidad funcional: entrenamiento de la marcha en diferentes direcciones y aclimatación al entorno acuático (15 minutos), fuerza y potencia muscular: entrenamiento de miembros inferiores (15 minutos), equilibrio: posiciones de marcha inestables como tándem u obstáculos (15 minutos) y relajación: método Ai-Chi basado en postura y respiración (5 minutos).

Tanto la fase de fuerza y potencia muscular como la fase de equilibrio tuvieron un desarrollo progresivo de aumento de volumen e intensidad según el nivel de habilidad que alcanzaba el participante.

Las variables terrestres analizadas fueron aspectos motores, a través de la Escala Unificada de Calificación de la Enfermedad de Parkinson (UPDRS); movilidad funcional, a través de la prueba Five Times Sit to Stand Test (FTSST); Par máximo (PT) y potencia media (MP) de flexores y extensores de cadera, rodilla y tobillo, evaluados con un dinamómetro isocinético. En el agua, los niveles de habilidad motora acuática se evaluaron mediante la Escala de Evaluación Funcional Acuática (AFAS).

El programa de ejercicio acuático multicomponente propuesto fue capaz de aumentar significativamente la función de los músculos de la rodilla, los aspectos motores UPDRS y el dominio de ejercicio terapéutico especializado del AFAS en personas con EP. En el resto de las variables evaluadas hubo mejoras, aunque no alcanzaron la significancia estadística.

Los autores destacan los beneficios en el manejo global de la EP y las posibilidades de participación que estos programas acuáticos pueden brindar a los afectados en estadio IV, permitiéndoles realizar ejercicio en la seguridad del medio acuático. Como limitaciones exponen la falta de un grupo control y de un muestreo aleatorio y sugieren que futuros estudios creen subgrupos por estadio de la enfermedad para conocer los efectos en cada etapa.

Julio de 2021
Pablo Campo-Prieto
Fisioterapeuta e Investigador en la Universidad de Vigo