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ALZHEIMER

¿QUÉ ES EL ALZHEIMER?

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurológico progresivo que hace que el cerebro se encoja (atrofia) y que las neuronas cerebrales mueran. Se trata de la causa más común de demencia, un deterioro continuo en el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales que afecta la capacidad de una persona para vivir de forma independiente.

¿QUÉ TIPOS DE ALZHEIMER HAY?

De acuerdo con la intensidad, podemos clasificar la enfermedad en: Leve, moderado y avanzado.

Incluye el principio de la debilitación cognoscitiva que causa dificultades en recordar su rutina diaria, trabajo, etc.

 

Los síntomas se vuelven más intensos. Los pacientes, aunque físicamente son ágiles, no pueden realizar tareas rutinarias ya que las falsas ilusiones asumen el control y tramitación sensorial de sus pensamientos.


Los pacientes con esta condición están típicamente postrados en cama y apenas se comunican, siendo absolutamente dependientes.

 

CAUSAS DEL ALZHEIMER

Las causas exactas de la enfermedad de Alzheimer no se comprenden en su totalidad. Pero a un nivel básico, las proteínas del cerebro no funcionan con normalidad, lo que interrumpe el trabajo de las neuronas cerebrales y provoca una serie de eventos tóxicos. Las neuronas se dañan, pierden las conexiones entre sí y finalmente mueren.

Los científicos creen que, en la mayoría de los casos, la enfermedad de Alzheimer es consecuencia de una combinación de factores genéticos, ambientales y del estilo de vida que afectan el cerebro a lo largo del tiempo.

Los investigadores que tratan de entender la causa de la enfermedad de Alzheimer se centran en el papel de dos proteínas: Placas y ovillos

El beta amiloide es un fragmento de una proteína más grande. Cuando estos fragmentos se agrupan, parecen tener un efecto tóxico en las neuronas e interrumpen la comunicación entre células. Estos grupos forman depósitos más grandes llamados placas amiloides, que también incluyen otros desechos celulares.

 

Las proteínas también juegan un papel en el sistema interno de apoyo y transporte de una neurona para transportar nutrientes y otros materiales esenciales. En la enfermedad de Alzheimer, las proteínas cambian de forma y se organizan en estructuras llamadas ovillos neurofibrilares. Los ovillos interrumpen el sistema de transporte y son tóxicos para las neuronas.

 

PRIMEROS SÍNTOMAS DE ALZHEIMER

El síntoma más común (y también el más temprano) del Alzheimer es la dificultad para recordar información, ya que los efectos de la enfermedad afectan al aprendizaje.

A medida que el Alzheimer avanza en nuestro cerebro se agravan los síntomas, entre ellos, la desorientación; cambios en el humor y el comportamiento; confusión cada vez más grave en relación con eventos, horas y lugares; sospechas infundadas sobre familiares, amigos y cuidadores profesionales; pérdida de memoria y cambios en el comportamiento más graves, y finalmente, dificultad para hablar, tragar y caminar.

ETAPAS DE LA ENFERMEDAD

Al igual que los tipos, también existen 3 etapas diferenciadas en la enfermedad: leve, moderada y grave.

Primera Fase del Alzheimer: Fase Leve

Esta primera etapa tiene una duración aproximada de 3 años y en ella se observa un paulatino deterioro en la memoria episódica. La persona olvida eventos recientes y empieza a surgir la típica desorientación, no reconociendo bien el lugar donde está.

Surge también una disminución en la concentración y fatiga cada vez más notoria. Se presentan cambios de humor y síntomas de depresión con apatía, pérdida de iniciativa y falta de interés. Junto a ello, a la persona se le comienza a notar inquieta, mostrando agitación y ansiedad. 

Por otra parte, el lenguaje, las habilidades motoras y la percepción son conservadas.

Segunda Fase del Alzheimer: Fase Moderada

Este estadio tiene una duración aproximada de 3 años, durante el cual se producen importantes alteraciones de la función cerebral con aparición de síntomas más preocupantes o que llaman más la atención. Comienzan a surgir problemas de lenguaje (afasia), funciones aprendidas (apraxia) y reconocimiento (agnosia).

Aparecen algunos rasgos de tipo psicótico como pueden ser: Imaginar que ve gente la cual no existe, escuchar ruidos que nadie oye… Empieza también a preguntar por personas fallecidas y todas estas imágenes que pasan por su mente, le inquietan. Asimismo, el embotamiento o represión de emociones, aunadas a una apatía cada vez mayor, empiezan a hacerse cada vez más evidentes.

La dependencia con respecto a un cuidador es cada vez mayor.

La persona empieza a hacer acciones repetitivas rayando en lo obsesivo. Vagabundea, recorre la casa por todas partes, ordena la ropa o los papeles varias veces al día, su mirada cambia. En esta etapa, resulta obvio que la capacidad para el pensamiento abstracto y la habilidad para llevar a cabo operaciones de cálculo desaparecen por completo. No pueden realizar las más sencillas operaciones, aunque sí, tal vez, recitar de memoria las tablas de multiplicar.

Tercera Fase del Alzheimer: Fase Avanzada

En esta tercera y última etapa, se presenta una amplia y marcada afectación de todas y cada una de las facultades intelectuales. Los síntomas cerebrales se agravan, acentuándose la rigidez muscular así como la resistencia al cambio postural. Pueden aparecer temblores y crisis epilépticas.

El paciente de Alzheimer no reconoce a sus familiares e incluso puede no reconocer su propio rostro en el espejo. La personalidad que siempre acompañó a la persona, cambia en gran medida. Se muestran profundamente apáticos, perdiendo las capacidades automáticas adquiridas como la de lavarse, vestirse, andar o comer, y presentan una cierta pérdida de respuesta al dolor.

Más adelante, tienen incontinencia urinaria y fecal. En la mayoría de los casos la persona termina encamada, con alimentación asistida.

TRATAMIENTO PARA EL ALZHEIMER

La enfermedad de Alzheimer sí tiene tratamiento, aunque paliativo, no curativo.

Cuando se diagnostica la enfermedad de Alzheimer, se pueden recetar al paciente tratamientos farmacológicos. Aunque estos fármacos no modifican el curso de la enfermedad cerebral, ayudan a paliar algunos síntomas, disminuyendo su intensidad y contribuyendo a una mayor calidad de vida de pacientes y familiares. 

Su efectividad, no obstante, va disminuyendo con la progresión de la enfermedad.

Entre los medicamentos que se prescriben para mitigar los síntomas del Alzheimer se encuentran los siguientes:

  • Inhibidores de la acetilcolinesteras como el donepezilo, galantamina o rivastigmina para la enfermedad en fase leve a grave.
  • Memantina para la enfermedad en fase moderada a grave. 

COMPLICACIONES ALZHEIMER

Los enfermos de Alzheimer, están expuestos a padecer las enfermedades propias del

envejecimiento y, en su fase más avanzada, las complicaciones derivadas de la enfermedad entre las que se encuentran:

  • Neumonía
  • Incontinencia urinaria
  • Infección urinaria
  • Úlceras por presión
  • Otras alteraciones físicas son el estreñimiento o el aumento de caídas y fracturas

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE ALZHEIMER Y DEMENCIA SENIL?

La palabra “demencia” describe un conjunto de síntomas que resultan de un deterioro de la función cerebral que pueden incluir: Problemas de pensamiento, razonamiento, aprendizaje, memoria y lenguaje; problemas de conducta y emocionales; y dificultades con las actividades del día a día.

La enfermedad de Alzheimer es el tipo más común de demencia, pero es solo una de las muchas causas posibles.

Es importante distinguir los síntomas de lo que se entiende como un deterioro de las funciones cognitivas que es achacable a la edad. Pero el envejecimiento por sí mismo no es una causa de demencia y el Alzheimer está muy ligado al envejecimiento.

¿QUIERES AMPLIAR INFORMACIÓN?

Si quieres seguir conociendo esta enfermedad en profundidad y conocer los últimos avances o noticias, puedes leer los artículos relacionados en nuestro blog.

 

El Alzheimer afecta a 800.000 en España y se estima que el 80% de los casos de Alzheimer que aún son leves están sin diagnosticar.

Es el momento de investigar. Es el momento de que nos ayudes a encontrar la cura.

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