Las estrategias de compensación de la marcha se relacionan con la activación cortical en pacientes con enfermedad de Parkinson

  • En pacientes con enfermedad de Parkinson y alteraciones de la marcha, las estrategias de compensación pueden ser de utilidad como estímulos visuales o sonoros.
  • Sin embargo, no está claro qué mecanismos participan en las estrategias.
  • Realizan un estudio en 18 pacientes con electroencefalograma para evaluar esto.
  • En concreto, comparan la postura y marcha en 4 escenarios, 3 de los cuales incluyen estrategias de compensación.
  • El uso de las 3 estrategias de compensación en la marcha indujo una disminución de la actividad de la banda beta en las áreas sensoriomotoras, lo que indica un aumento de la activación cortical.
  • Estos datos indican la importancia de la función de la corteza cerebral a la hora de mejorar la marcha usando estrategias de compensación.

El deterioro de la marcha en personas con enfermedad de Parkinson es frecuente y afecta a la calidad de vida y autonomía. Algunas complicaciones como los bloqueos de la marcha no responden especialmente a la medicación. Las estrategias de compensación (p. ej., señales externas como estímulos visuales o sonoros) son una parte esencial de la rehabilitación, pero sus mecanismos subyacentes siguen sin estar claros.

Se publica un trabajo en Annals of Neurology en el que investigan los mecanismos que estarían implicados en las estrategias de compensación que pueden ayudar a mejorar en pacientes con enfermedad de Parkinson la marcha. Para ellos utilizaron registros electroencefalográficos.

Incluyeron 18 participantes con enfermedad de Parkinson y deterioro de la marcha. Se les realizó estudio de encefalograma de 126 canales estando de pie (postura) y caminando (marcha) en una cinta rodante en 4 condiciones: 1) sin señal externa; 2) con señal externa (escuchar un metrónomo); 3) señal interna (recuento rítmico silencioso); 4) acción de observación (observar a otra persona caminando). Se realizaron los cálculos oportunos comparando en cada una de las 4 condiciones el registro de postura y de marcha.

En relación con la marcha, el uso de las 3 estrategias de compensación (señal externa, interna y observación) indujo una disminución de la actividad de la banda beta en las áreas sensoriomotoras, lo que indica un aumento de la activación cortical. La actividad de la banda alfa parieto-occipital disminuyó con indicaciones externas e internas y aumentó con la observación de acciones. Solo las señales internas indujeron un cambio en la activación cortical frontal, mostrando una disminución de la actividad de la banda beta en comparación con la marcha sin señales.

Estos resultados indican que la aplicación de estrategias de compensación dio como resultado un cambio en la actividad cortical en comparación con la marcha sin indicaciones, lo que no podía atribuirse únicamente al procesamiento sensorial de la modalidad de indicaciones. Es decir, habría  muchas rutas para controlar la marcha y las diferentes estrategias de compensación parecen depender de diferentes mecanismos corticales para lograr una activación motora que mejore la marcha en pacientes con enfermedad de Parkinson.

Hablando de una forma muy coloquial para que pueda ser comprensible, las estrategias se relacionarían con una marcha menos automática, lo que podríamos decir como “caminar pensando”. En este contexto, es de interés relacionar la cognición y función cortical con la mejoría con las estrategias.

Aspectos de interés sería realizar el mismo experimento comparando pacientes con frente a sin deterioro cognitivo o con bloqueos de la marcha frente a sin bloqueos, así como observar los cambios en pacientes tratados con rehabilitación que potencie el uso de estrategias de compensación.

Diego Santos García

Servicio de Neurología, CHUAC (Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña), A Coruña

Neurología, Hospital San Rafael, A Coruña