Las creencias sobre la medicación son un determinante significativo de la adherencia a la medicación en las enfermedades crónicas.
En el caso de la enfermedad de Parkinson, resulta de interés saber la importancia que un paciente le da a la medicación y cómo se muestra de convencido del beneficio que le puede producir. En este sentido,
creer más pueda condicionar positivamente favoreciendo una mayor adherencia al tratamiento.
Se publica un estudio en
Movement Disorder Clinical Practice cuyo objetivo fue
identificar factores demográficos, clínicos y relacionados con la medicación asociados con las creencias sobre la medicación en pacientes con enfermedad de Parkinson. Para ello utilizaron un diseño transversal, es decir, administraron una encuesta a 173 pacientes con enfermedad de Parkinson que habían estado tomando fármacos antiparkinsonianos durante al menos más de un año y relacionaron las respuestas con variables de la enfermedad.
Observaron que los sujetos que creían que la medicación para la enfermedad de Parkinson era más necesaria tenían una enfermedad más grave y de mayor tiempo de evolución, una edad de inicio más temprana, y una duración más prolongada de la terapia con levodopa. Estos pacientes presentaban una mayor carga de síntomas no motores y depresión, un mayor número de medicamentos y dosis equivalente de levodopa, así como más frecuencia de complicaciones como fluctuaciones motoras y discinesias. En concreto, los sujetos que usaron inhibidores de la catecol-O-metiltransferasa (entacapona o opicapona), agonistas dopaminérgicvos, amantadina e inhibidores de la monoaminooxidasa B (selegilina, rasagilina o safinamida) presentaban puntuaciones que indicaban una mayor necesidad de los medicamentos.
Los factores que más se asociaron a la creencia la necesidad de tomar la medicación como algo importante fueron la gravedad de la enfermedad seguido de la presencia de depresión y fluctuaciones motoras.