Los bloqueos de la marcha repercuten de forma clave en la situación funcional de los pacientes con enfermedad de Parkinson.

• Hay muchas causas que pueden ocasionar discapacidad funcional, entre ellas los bloqueos de la marcha.

• Se publican los resultados del estudio COPPADIS con 689 pacientes en este análisis.

• Uno de cada 3 pacientes presentaba bloqueo de la marcha y 1 de cada 10 era dependiente funcional para las actividades diarias.

• Hasta el 22% de los pacientes con bloqueos de la marcha eran dependientes frente a sólo el 2% de aquellos sin bloqueos de la marcha.

• Presentar bloqueos de la marcha multiplica por 3 la probabilidad de ser dependiente.

• Esto fue más claro en el grupo con fenotipo con afectación axial (PIGD), multiplicando por 7, pero no en los pacientes con otro fenotipo.

• Este estudio recalca la importancia de preguntar (como médico) y contar (como paciente) por lo bloqueos de la marcha en la práctica clínica diaria.

 
La enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo y una de las consecuencias es la pérdida de autonomía, algo que repercute en la calidad de vida del paciente, pero también en el cuidador del mismo. Varias causas se han asociado a la pérdida de autonomía como una mayor edad, un mayor tiempo de evolución, una mayor afectación motora por el Parkinson, la presencia de complicaciones motoras como fluctuaciones o discinesias, problemas cognitivos, y también las alteraciones de la marcha, incluyendo los bloqueos de la marcha, con el consiguiente riesgo de caídas.

Se publican los datos del estudio COPPADIS en la revista Neurological Sciences sobre el impacto de los bloqueos de la marcha en la situación funcional de los pacientes. Se incluyeron 689 pacientes con enfermedad de Parkinson y se trata de un estudio trasnsversal, es decir, fueron evaluados una vez (visita basal del estudio COPPADIS). Se consideró que los pacientes tenían bloqueos de la marcha en relación con la escala FOG-Q (Cuestionario de Bloqueos de la Marcha). Aquellos pacientes que presentaban una puntuación menor del 80% en el cuestionario de Schwab & England (Cuestionario de Acitivdades de la Vida Diaria) fueron considerados como pacientes dependientes.
 
Del total de 689 pacientes (edad media de 62 años; 59% varones), uno de cada tres pacientes (34.8%) presentaba bloqueos de la marcha mientras que 1 de cada 10 (9.1%) eran pacientes dependientesDe aquellos pacientes con bloqueos, el 22% eran dependientes. Sin embargo, sólo el 2% de aquellos sin bloqueos de la marcha lo eran. Además, se vio que también era importante la frecuencia de los bloqueos de la marcha, de tal forma que cuando eran poco frecuentes, el porcentaje de pacientes dependientes era de en torno al 15%, mientras que en pacientes con bloqueos diarios, hasta más del 35% eran dependientes. Cuando se analizaron las dos escalas utilizadas, se observó una fuerte correlación, de tal forma que a mayor puntuación en la escala FOG-Q (más bloqueos y otros problemas de la marcha), había una peor puntuación en la escala de Schwab & England (peor situación funcional y mayor grado de dependencia).
 
 
Después de tener en cuenta otras muchas variables que pudieran afectar a la autonomía funcional del paciente como la edad, el sexo, la duración de la enfermedad, la dosis de levodopa y otros medicamentos dopaminérgicos, otras comorbilidades, estado motor, el fenotipo motor, la presencia de complicaciones motoras, la carga total de síntomas no motores, el estado cognitivo y el estado de ánimo, el análisis mostró que la presencia de bloqueos de la marcha, independientemente del resto de factores aumenta la probabilidad de presentar dependencia funcional. Es concreto, la probabilidad de ser dependiente es 3 veces más si hay bloqueos que si no los hay.

Finalmente, algo interesante es que se analizó el fenotipo de la enfermedad. Cada vez está más claro que los pacientes con un fenotipo tremórico presentan un curso de enfermedad más benigno, mientras que aquellos pacientes con un fenotipo llamado PIGD (del inglés, con alteraciones posturales y de la marcha). En este estudio se observó que en el grupo de pacientes con fenotipo PIGD los bloqueos de la marcha si juegan un papel clave, multiplicando por hasta 7 la posibilidad de que ese paciente con bloqueos sea dependiente. Sin embargo, en aquellos pacientes con un fenotipo diferente al PIGD, los bloqueos, aunque se pueden dar, son menos frecuentes e invalidantes, y no generan repercusión funcional. Esto recalca la importancia de identificar el fenotipo del paciente.

En conclusión, el presente estudio (resultados del estudio COPPADIS) muestra que los bloqueos de la marcha son frecuentes y se asocian a la presencia de dependencia funcional por parte del paciente. Esto es sobre todo más claro en aquellos pacientes sin temblor o con poco temblor en los que predomina la rigidez, bradicinesia y alteraciones de la postura y marcha, aumentando en este grupo de pacientes hasta por 7 la probabilidad de que el paciente presente dependencia funcional, necesitando de ayuda para las actividades del día a día.


Mayo 2020
DIEGO SANTOS GARCÍA
NEUROLOGÍA, CHUAC (COMPLEJO HOSPITALARIO UNIVERSITARIO DE A CORUÑA), A CORUÑA