• Un estudio abierto analiza el efecto antidepresivo de un antipsicótico, la pimavanserina.
• De 47 pacientes con Parkinson y depresión, 21 lo recibieron en monoterpia y 24 asociado a otro antidepresivo que ya tomaban, durante 8 semanas.
• Ambos grupos mejoraron, en total con una reducción de 8 puntos en la escala de presión.
• En hasta un 44% de los pacientes remitieron los síntomas depresivos.
• Fue en general bien tolerado sin objetivarse un empeoramiento a nivel cognitivo ni motor.
• A pesar de ser un estudio fase 2 en pocos pacientes sin placebo comparativo, pimavanserina podía ser un antipsicótico mejora la depresión en pacientes con Parkinson.
Se publica un estudio en Parkinson´s Disease Journal que analiza el efecto del fármaco pimavanserina sobre los síntomas depresivos en pacientes con enfermedad de Parkinson. Éste es un fármaco disponible en Estados Unidos pero no en Europa para tratar la psicosis en pacientes con enfermedad de Parkinson. Su mecanismo de acción es la de producir un agonismo inverso a nivel de los receptores dopaminérgicos, de tal forma que al reducir el efecto dopaminérgico a nivel cerebral podría mejorar las alucinaciones visuales, delirios, y otros síntomas psicóticos. Sin embargo, no está claro si podría tener un efecto antidepresivo sobreañadido.
A la semana 8 se observó una reducción significativa de 10.8 puntos en la escala de depresión, siendo en el 95% de los casos entre 12 puntos y 9.5 de reducción. El efecto fue progresivo, con una reducción significativa en la semana 2 de 7.3 puntos, en la semana 4 de 9.6 puntos y en la semana 6 de 10.7 puntos. El beneficio se observó en ambos grupos, tanto en los tratados en monoterapia con una reducción en la escala de 11.2 puntos así como en los casos en los que pimavanserina se administró como terapia coadyuvante, con una reducción de 10.2 puntos.
La mayoría de los pacientes (60%) tuvieron una mejoría mayor o igual al 50% en la semana 8 y el 44% de los pacientes alcanzaron la remisión de su sintomatología depresiva (puntuación HAMD-17 ≤ 7). Además esto se acompañó de mejoría en la calidad de vida, con un incremento en la semana 4 de 8.1 puntos en la escala utilizada (EQ-5D-5L) y en la semana 8 de 7 puntos.
Veintiuno de 47 pacientes experimentaron 42 eventos adversos emergentes del tratamiento; los más comunes fueron gastrointestinales (7 casos; 14,9%) y psiquiátricos (7 casos; 14,9%). No se observaron efectos negativos en la cognición (MMSE) ni en el estado motor (MDS-UPDRS-III).
En conclusión, en este estudio abierto de un solo brazo de 8 semanas, pimavanserina en monoterapia o como terapia adyuvante fue bien tolerada y se asoció con una mejoría temprana y sostenida de los síntomas depresivos en pacientes con EP. Añadido a su efecto antipsicótico conviene tener en cuenta este efecto. Aunque se trata de un estudio fase II sin placebo comparativo, los resultados son de interés.
Enero de 2021
DIEGO SANTOS GARCÍA
NEUROLOGÍA, CHUAC (COMPLEJO HOSPITALARIO UNIVERSITARIO DE A CORUÑA), A CORUÑA
Coordinador del Comité Científico de la Fundación Degén, neurólogo en el Servicio de Neurología del CHUAC (Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña) y del Hospital San Rafael, A Coruña.
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