Terapias contra la alfa-sinucleína en la enfermedad de Parkinson: MDS 2019.

 
Una de las últimas Sesiones Plenarias de la MDS 2019 ha tratado sobre la alfa-sinucleína. Sabemos que es una proteína que en los pacientes con enfermedad de Parkinson se agrega de forma anómala dado lugar a la formación de los cuerpos de Lewy. Esto provoca que la neurona enferme, y además la alfa sinucleína se extiende de neurona en neurona, propagando la enfermedad. Los mecanismos implicados son muchos y muy complejos y diferentes, lo que hace muy difícil abordar la enfermedad con un tratamiento que pueda frenar la progresión o enlentecer o frenar el curso de la enfermedad.

¿Por qué han fallado hasta ahora los ensayos clínicos con terapias con potencial fin curativo?
– La enfermedad de Parkinson es compleja y actuando sobre sólo un mecanismo dejamos otros muchos que siguen activos, y no conseguimos frenar la enfermedad. Plantear terapias actuando simultáneamente sobre diferentes mecanismos podría ser la solución.
– El diseño de los estudios a veces falla. No hay un diseño ideal para demostrar un efecto neuroprotector en vida en pacientes.
– La enfermedad es muy variable y el curso de la misma muy diferente de unos pacientes a otros. Hay muchos fenotipos motores y no motores.
– Falta disponer de un marcador objetivo. Todavía se usan escalas en los ensayos clínicos y podría, por ejemplo la MDS-UPDRS o la UPDRS, no ser un marcador fiable de la progresión.

¿Qué estudios hay en marcha para actuar contra la alfa sinucleína?
Habría varias opciones:
1- Reducir su expresión (que se produzca menos), por ejemplo con silenciamiento génico.
2- Inhibir o reducir su agregación, que es lo que sucede cuando se forman los cuerpos de Lewy. Hay varias moléculas en investigación: NPT200-11NPT18ANPT088Anle 138deferipronaPBT434Trx0237.
3- Facilitar su eliminación, la degradación de la alfa-sinucleína agregada anómala. Hay ensayos en marcha con diferentes moléculas: MDS-C-0160NilotinibK0706RTB201Beclin 1 lentivirusAmbroxolNCG758, NCG607, LTI291G7/SAR402671.
4- Evitar su propagación, frenando la diseminación de la enfermedad. Están las vacunas (PD01A y PD03A) y los anticuerpos monoclonales (PRX002BIIB054MEDI1341, otros).

La buena noticia es que aunque muchas terapias están en fase preclínica o bien en fase I, en otros ya se van a desarrollar ensayos en fase III. Los próximos 10 años serán clave para saber el devenir de las terapias con fin curativo en la enfermedad de Parkinson.

Septiembre 2019
DIEGO SANTOS GARCÍA
NEUROLOGÍA, CHUAC (COMPLEJO HOSPITALARIO UNIVERSITARIO DE A CORUÑA), A CORUÑA