Tratando la depresión con llamada telefónica: Resultados de un ensayo clínico.

 

• La depresión es un síntoma frecuente y que puede ser muy grave e invalidante.

• Un ensayo clínico compara terapia cognitiva-conductual + tratamiento convencional frente a sólo tratamiento convencional en 72 pacientes con enfermedad de Parkinson.

• La novedad es que es telefónica, sin necesidad de tener que salir del domicilio.

• La aplican 3 meses y después 6 meses más si es preciso.

• La terapia cognitiva-conductual superó a la convencional en todas las medidas de depresión, ansiedad y calidad de vida.

• El resultado primario (puntuación de la escala de Depresión de Hamilton) mejoró en el grupo tratado con una reducción de 6,53 puntos frente a un empeoramiento de 0.27 puntos en los no tratados con terapia telefónica.

• Este ensayo abre la puerta al uso de la telemedicina, y más en los tiempos que corren con la crisis del COVID-19.

Esta semana se celebra el Día Mundial del Parkinson y la campaña de la Federación Española va dirigida a los síntomas invisibles. Un síntoma muchas veces invisible en los pacientes con Parkinson es la depresión. A veces puede pasar desapercibida pero puede llegar a ser muy grave e invalidante. Un ensayo publicado en la revista Neurology demuestra que cosas sencillas a veces funcionan, como terapia mediante llamada telefónica.

Se trata de un estudio realizado en Francia. Quisieron comprar el tratamiento cognitivo-conductual frente al convencional en una población de pacientes con enfermedad de Parkinson que presentaban depresión. Pero la terapia la realizaban telefónicamente, mediante llamadas. Con el objetivo de demostrar si podría ser beneficioso, realizaron un ensayo clínico aleatorizado para evaluar la eficacia de una intervención de terapia cognitivo-conductual con llamadas telefónicas para la depresión en la enfermedad de Parkinson frente al tratamiento habitual.
 
Setenta y dos pacientes con enfermedad de Parkinson (unos 65 años de edad y unos 6 años de evolución de enfermedad con algo de menos de 3 años con depresión, de media) se asignaron al azar a recibir terapia cognitivo-conductual + tratamiento habitual o sólo tratamiento habitual. La terapia consistió en llamadas, primeros semanales durante 3 meses y después mensualmente durante 6 meses si era pertinente o el paciente quería. La terapia se centraba en identificar los pensamientos negativos como “no tengo control sobre mí” o “estoy indefenso” y los comportamientos no adecuados como retraimiento social o preocupación excesiva. Se entrenaba al cuidador para fomentar hábitos saludables desde el punto de vista emocional. La evaluación fue ciega (el evaluador no sabía si el paciente había recibido la terapia o no) y se llevó a cabo al inicio y en varios momentos, fundamentalmente tras tres meses de tratamiento y luego 6 meses después.
Nueve pacientes abandonaron por falta de interés en seguir en el estudio (de ellos, 5 en el grupo de tratamiento). 
 
La terapia cognitiva-conductual superó a la convencional en todas las medidas de depresión, ansiedad y calidad de vida. El resultado primario (puntación de la escala de Depresión de Hamilton) mejoró en el grupo tratado con una reducción de 6,53 puntos frente a un empeoramiento de 0.27 puntos en los no tratados con terapia telefónica. Las mejorías observadas fueron moderadas, observándose reducción de los pensamientos negativos sólo en el grupo tratado. El beneficio se mantuvo durante el seguimiento de 6 meses.

Como conclusión, la terapia cognitiva conductual telefónica puede ser una intervención eficaz para la depresión que aborda una necesidad significativa de tratamiento de la enfermedad de Parkinson no satisfecha y evita las barreras de acceso a la atención multidisciplinaria presencial. En los tiempos que corren, con la crisis del COVID-19, todavía tiene más sentido este tipo de intervenciones. Este ensayo demuestra un nivel de evidencia clase I.
 
Abril 2020
DIEGO SANTOS GARCÍA
NEUROLOGÍA, CHUAC (COMPLEJO HOSPITALARIO UNIVERSITARIO DE A CORUÑA), A CORUÑA